Muchos son ya los días que estamos bajo la influencia de las altas presiones y muchos son también los días en los no tenemos intercambios de aire entre las capas bajas mas superficiales y los niveles medios atmosféricos. Con un anticiclón se posa sobre nuestras cabezas, los movimientos verticales de aire son subsidentes, es decir, que se mueven desde las capas altas a las bajas. Esto favorece el “aprisionamiento” de aire sobre la superficie (por eso se llaman altas presiones) y el estancamiento del mismo por la rugosidad terrestre.
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Brumas desde el Observatorio Meteorológico de Cehegín "Ciudad". Imagen captada en la tarde del jueves 10 de Febrero de 2011
.Además, si estamos en invierno, como es el caso, donde todavía las noches son muy largas y existen muchas horas para que el suelo pierda el calor acumulado durante el día, el aire frío se va acumulando en las capas atmosféricas mas cercanas a la superficie. Este hecho favorece la formación de las ya conocidas inversiones térmicas, que viene a reforzar aun mas el Anticiclón en superficie, por que el aire frío es mas denso y pesa mas. Por tanto, toda la contaminación que generamos en superficie, no puede escapar y queda atrapada en cerca del suelo, incrementando las molestias respiratorias a aquellas personas que padecen ese tipo de enfermedades.