El partido de ayer en el Mundial de brasil 2014, independientemente del resultado, nefasto para los intereses españoles, fue infernal, meteorológicamente hablando, para los dos equipos. A pesar de lo que pudiéramos pensar desde el sofá de casa, viendo caer la lluvia sobre el Arena Fonte Nova de Salvador de Bahía, el ambiente no era ni mucho menos fresco sobre el césped.
Los dos equipos tuvieron que soportar una temperatura de 27ºC, con un 85% de humedad relativa. A priori no parecen unas condiciones meteorológicas muy duras, pero si tiramos de las tablas humidex, o índice de sensación de bochorno, los jugadores, tanto de España como de Holanda, tuvieron que soportar temperaturas de 36ºC a 38ºC. Sin duda, unos valores térmicos nada favorables para la práctica del futbol. Pero lo dicho... el resultado fue otra historia. No obstante, antes, ahora y siempre... ¡Vamos España!
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